El mecanismo del piano está compuesto por miles de piezas y puntos de ajuste, que el paso del tiempo, el uso y los cambios climáticos, provocan cambios en su ajuste y características originales.
Estos desajustes se producen de forma tan progresiva que pasan desapercibidos, ya que nos vamos acostumbrando al nuevo tacto y respuesta, hasta que llega un momento en que el piano no responde bien: los trinos no se pueden ejecutar a la velocidad necesaria, los matices son más difíciles, la pulsación del teclado es irregular, los pedales no actúan como queremos, aparecen ruidos, trabaduras, holguras y desniveles del teclado… la lista de problemas es prácticamente interminable.
Si ha llegado el punto en que notas el piano desajustado, seguramente sea necesaria una puesta a punto completa del mecanismo. Recuerda que una mala regulación del piano no permite una buena interpretación.