La regulación del piano es un punto clave para conseguir una buena ejecución pianística y sonora.
El mecanismo del piano está compuesto por cerca de 10.000 piezas, con unos 3.000 puntos de regulación y formado de materiales como madera, metal, fieltro, cuero, fibra de carbono... que con el paso del tiempo, el uso y los cambios climáticos van perdiendo su ajuste original.
Estos desajustes se producen de forma tan progresiva que pasarán desapercibidos para usted, ya que se irá acostumbrando al nuevo tacto y respuesta del instrumento. Llegará un momento en que se percate de que el piano no responde bien: los trinos no los puede ejecutar a la velocidad necesaria, los matices son más difíciles, la precisión del teclado es irregular, los pedales no actúan como quiere, aparecen ruidos, trabaduras y desniveles del teclado... la lista de problemas es prácticamente interminable.
Si ha llegado al punto en que nota el piano desajustado, seguramente sea necesaria una puesta a punto integral del mecanismo. Recuerde que una mala regulación del piano no permite una buena interpretación.
Por norma general, será necesaria la regulación completa cada 4 ó 5 años, aunque en cada afinación ajusto aquellas piezas que no están en armonía con el resto para lograr igualdad a lo largo de todo el teclado y evitar que los desajustes vayan a más, lo que podría producir una grave avería.
Recuerde que el piano es un instrumento que permite flexibilidad a la hora de regularlo, por lo que si desea un teclado más pesado o ligero, que los pedales actúen de diferente forma, que tenga mayor o menor potencia sonora, que el tacto del teclado sea diferente...todo ello se puede regular según sus gustos y necesidades.
